Las ventanas de aluminio se han convertido en una de las opciones más elegidas por arquitectos, constructores y particulares que buscan calidad, diseño y eficiencia energética. Su durabilidad, resistencia y amplia variedad de acabados las hacen perfectas para cualquier estilo de vivienda.
Sin embargo, dentro de la carpintería de aluminio existen varios modelos, cada uno con características específicas que se adaptan mejor a distintos espacios y necesidades. Conocer los tipos de ventanas de aluminio es fundamental para tomar una decisión informada y asegurar una instalación que combine estética, funcionalidad y confort.
Ventanas de aluminio correderas
Las ventanas correderas son las más habituales en viviendas modernas, especialmente en salones y terrazas. Se abren de forma lateral sobre guías, permitiendo ahorrar espacio y facilitar la ventilación sin necesidad de abatir las hojas hacia dentro o hacia fuera.
Son ideales en zonas donde no hay mucho margen de apertura, como balcones o patios interiores. Además, su estructura ligera y su gran superficie acristalada permiten aprovechar al máximo la entrada de luz natural.
En cuanto al aislamiento, los modelos actuales incorporan perfiles con rotura de puente térmico y vidrios dobles, lo que mejora notablemente su eficiencia energética y acústica respecto a generaciones anteriores.
Ventanas de aluminio abatibles
Este tipo de ventana se abre mediante bisagras laterales, de forma similar a una puerta. Son muy comunes en dormitorios y salones porque ofrecen un cierre hermético y un excelente aislamiento tanto térmico como acústico.
Las ventanas de aluminio abatibles son fáciles de limpiar, resistentes al uso continuo y permiten una ventilación completa del espacio. Además, se adaptan a múltiples tamaños y estilos, desde los más clásicos hasta los más contemporáneos.
Su único inconveniente es que necesitan un espacio libre para poder abrirse completamente, algo a tener en cuenta en habitaciones pequeñas.
Ventanas de aluminio oscilobatientes
Las ventanas oscilobatientes combinan dos tipos de apertura: lateral y superior. Esta doble funcionalidad las hace especialmente prácticas en cocinas y baños, donde se necesita ventilar sin abrir totalmente la hoja.
El sistema de apertura superior en modo “batiente” permite la entrada de aire sin comprometer la seguridad, por lo que también se utilizan mucho en viviendas con niños o mascotas.
Además de su comodidad, son ventanas con muy buen nivel de aislamiento y durabilidad, lo que las convierte en una de las opciones más equilibradas del mercado.
Ventanas de aluminio fijas
Las ventanas fijas no se abren, pero permiten el paso de gran cantidad de luz. Se instalan habitualmente en zonas donde no se requiere ventilación, como huecos de escaleras, fachadas o espacios decorativos.
Su ventaja principal es que son más económicas que las ventanas móviles y ofrecen un aislamiento superior al eliminar juntas y herrajes. En proyectos de arquitectura moderna, se utilizan para crear grandes paños de vidrio que maximizan la entrada de luz y aportan amplitud visual.
Aunque no sean funcionales en cuanto a apertura, resultan un excelente complemento estético para acompañar otros tipos de ventanas.
Ventanas de aluminio plegables o practicables
Las ventanas plegables —también conocidas como practicables— se abren mediante un sistema de hojas que se pliegan sobre sí mismas, liberando casi por completo el hueco de la ventana.
Son perfectas para conectar espacios interiores con exteriores, como terrazas o porches, y para quienes buscan una sensación de amplitud y continuidad visual.
Gracias al aluminio, este tipo de estructura mantiene una gran estabilidad incluso con grandes dimensiones, sin comprometer la seguridad ni el aislamiento.
Ventanas de aluminio con rotura de puente térmico (RPT)
Más que un tipo en sí, la rotura de puente térmico es una tecnología aplicada a los distintos modelos de ventanas de aluminio. Consiste en insertar un material aislante entre la parte interior y exterior del perfil para evitar la transmisión de temperatura.
Las ventanas con RPT ofrecen un confort térmico y acústico superior, ayudando a reducir el consumo energético y contribuyendo a la sostenibilidad de la vivienda.
Según la Asociación Española de Fabricantes de Fachadas Ligeras y Ventanas (ASEFAVE), este tipo de sistemas de aluminio son clave para cumplir con los requisitos de eficiencia energética establecidos en el Código Técnico de la Edificación.
Cómo elegir el tipo de ventana de aluminio más adecuado
A la hora de decidir qué ventana instalar, conviene valorar varios factores:
- Ubicación del hueco: si la zona es pequeña, una ventana corredera evitará que el marco invada el espacio.
- Clima y exposición solar: en regiones cálidas conviene priorizar los sistemas con RPT y doble acristalamiento.
- Nivel de ruido: las ventanas abatibles y oscilobatientes ofrecen mejor aislamiento acústico.
- Estilo arquitectónico: el aluminio permite adaptarse a cualquier diseño, desde líneas clásicas hasta minimalistas.
En ACH Aluminio, asesoramos a cada cliente para encontrar la combinación perfecta entre estética, funcionalidad y eficiencia.
Conclusión
Conocer los diferentes tipos de ventanas de aluminio es el primer paso para acertar en una decisión que afecta directamente al confort y la eficiencia del hogar. Desde las prácticas correderas hasta las avanzadas ventanas con rotura de puente térmico, todas ofrecen ventajas que pueden adaptarse a cada espacio y necesidad.
En ACH Aluminio fabricamos e instalamos ventanas a medida, con materiales de alta calidad y acabados personalizados. Contacta con nuestro equipo y descubre cómo mejorar tu vivienda con soluciones en aluminio que combinan diseño, durabilidad y eficiencia.



